La forma en la que aprenden los alumnos, tanto a nivel individual como colectivo, tanto en jóvenes como adultos, tiene que empezar a cambiar en los próximos años. La visión deformada de la clase tradicional se está implementando en los últimos años con portátiles o tablets pero la metodología es la misma. Los alumnos sentados en sus sillas mirando la pizarra (a veces digital) pero simplemente escuchando (o no) la lección.
Hoy en día se requiere un tipo de clase diferente. Las TIC llaman a la puerta de entrada del aula desde hace tiempo pero no parece que les dejemos asentarse en educación. Podemos usar instrumentos nuevos (aplicaciones) para facilitar el aprendizaje, pero podemos conseguir frustación. Podemos utilizar herramientas novedosas (PDIs), pero no hacemos más que disfrazar la misma mona – o metodología – con lucecitas de colores. Podemos cambiar el libro por la tablet, la pizarra por la PDI, la libreta de notas por iDocceo o Additio… pero si el sistema y la idea es la misma no hacemos más que estancarnos.
Hoy en día se requiere una planificación previa de todo proceso de enseñanza-aprendizaje (E-A). Lo requieren los alumnos, los profesores y la sociedad en general. Lo requiere la educación primaria, la secundaria, la universitaria y la de idiomas. Porque los docentes debemos saber qué necesitan los alumnos y debemos tener el control del aula desde el primer instante: saber qué enseñar, qué va a suceder en el aula, qué problemas pueden salir, y adelantarnos a todo esto, para lo que solo hay una palabra: planificar.
Y planificar – o programar, cada uno que lo llame como le dé la gana – es el trabajo previo del docente, que se va a convertir en un guía del aprendizaje y no en el transmisor de conceptos. No os preocupéis, no habrá un “robot” que nos substituya si somos capaces de adaptarnos a las nuevas necesidades del proceso de E-A. Somos más que el transmisor. Somos los que veremos al alumnado (insisto, tanto jóvenes como adultos) y diseñaremos para ellos desde el más mínimo detalle.
Actualmente existen muchas aplicaciones online que nos permiten hacer esta fase inicial de diseño. Por ejemplo, Tes Teach o Symbaloo. El hecho de que existan estas aplicaciones es debido a la necesidad de implementar el uso de las TIC en el proceso de E-A.
A través de metodologías como el enfoque por tareas, la gamificación o flipped lessons, este proceso no se limita simplemente a colgar videos o textos que deben ver de forma pasiva – sería caer de nuevo en el error de la educación tradicional -. La idea de utilizar este tipo de planificaciones es entrelazar aspectos de aprendizaje pasivo con aprendizaje activo y dar un enfoque integral, tal como afirma Raúl Santiago en el Webinar que se muestra a continuación. Hay que intercalar elementos de control para verificar – estilo (auto)evaluación continua – que los alumnos entienden lo que están haciendo a medida que lo van aprendiendo.
Symbaloo, por ejemplo, ha lanzado una nueva plataforma llamada Lesson Plans, que permite crear lo que llaman “itinerarios de aprendizaje” para los alumnos, ofreciendo estadísticas (de evaluación) del proceso de aprendizaje. De este modo utilizas gran diversidad de recursos digitales como accesorio para el aprendizaje y no como herramienta vital.
Puesto que no todos los alumnos aprenden al mismo ritmo – algunos necesitan más ayuda o algunos otros desafíos -, con este tipo de aplicaciones puedes comprobar si el alumnado ha entendido correctamente la materia introduciendo preguntas o tests. Si la respuesta es correcta, “el estudiante continuará con el itinerario y si la respuesta es errónea, se le desvia” a otras actividades de refuerzo (otro itinerario) para que vea otra explicación adicional o haga alguna práctica más. Podemos crear de esta forma un ambiente de aprendizaje personalizado y atender la diversidad de cada aula.
Doctor en Ciencias de la Educación por la Universidad de Navarra.
Actualmente es profesor del Área de Didáctica y Organización Escolar en la Universidad de La Rioja.
Director del Master en Metodologías y Tecnologías Emergentes Aplicadas a la Educación en la Universidad de La Rioja